Enfrentarse a una agresión sexual es una experiencia muy dura y dolorosa. Si estás pasando por ello, lo primero que queremos que sepas es que no estás sola y que no es tu culpa. Existen recursos, profesionales y personas dispuestas a ayudarte.
Esta guía busca acompañarte paso a paso para que sepas qué hacer en esos momentos de confusión, miedo o bloqueo. Puede servirte a ti o a alguien cercano que lo necesite.
1. Primero, tu seguridad
Lo más importante es ponerte a salvo.
Respira. Dar este primer paso ya es muy valiente.
2. Busca ayuda profesional
Una vez estés segura, lo recomendable es acudir a un centro médico:
Tu salud física y emocional son lo primero.
3. Conserva las pruebas
Sabemos que puede ser muy difícil, pero estos pasos ayudan a preservar evidencias:
Recuerda: todo puede ser una prueba y marcar la diferencia si decides denunciar.
4. En el hospital
Cuando llegues, explica claramente que has sufrido violencia sexual.
No estás obligada a nada. Tú decides los tiempos.
5. Recursos que pueden ayudarte
En España existen líneas y servicios gratuitos, confidenciales y disponibles siempre que los necesites:
6. Cuida de ti
Después de una agresión, es normal sentir miedo, rabia, confusión o culpa. Es importante que te rodees de apoyos y cuides tu bienestar:
Y recuerda siempre: lo ocurrido no define quién eres ni es tu responsabilidad.
Si has sufrido una agresión sexual:
No estás sola.
No es tu culpa.
Pide ayuda: hay profesionales y recursos preparados para acompañarte.
Guarda esta guía, compártela. Puede marcar la diferencia para ti o para alguien más.
Aquí puedes descarga la guía.