Madre de Joaquina García Mulero, dirigió la Panadería del Cañico. La señora Catalina fue una mujer fuerte e inteligente que apoyó a sus hijas cuando quisieron trabajar y estudiar.

Tuvo siete hijos, seis de ellos mujeres. Luisa sería profesora de Historia en el Instituto Ibáñez Martín y Lola también estudió una carrera universitaria. La visión progresista y avanzada, que tuvo Catalina Mulero respecto al papel de la mujer en la vida, favoreció a sus hijas.

Durante la guerra salvó a monjas mercedarias e imágenes de algunas iglesias escondiéndolas en la leñera del horno. Después de la guerra hubo grandes colas de personas para recoger el racionamiento de pan que llegaban hasta la calle del Álamo.

Fue una mujer adelantada a su tiempo ya que consideraba que la formación y estudios eran fundamentales y tenía una visión progresista y avanzada a la época.