Autora: Noelia Teruel
Elisa Campoy acaba de hacer historia al convertirse en la primera mujer Decana del Ilustre Colegio de la Abogacía de Lorca y de la Región de Murcia.
En esta entrevista, vamos a conocer más sobre la letrada lorquina. Sus logros, los desafíos que enfrenta la abogacía hoy en día, y sus metas para fortalecer el papel del organismo judicial de la ciudad del sol.
La nueva dirigente, no solo representa a una institución antigua, sino que también encarna el cambio y la igualdad en el mundo legal.
Pregunta:
¡Felicidades, Elisa, por convertirte en la primera líder de tan prestigiosa institución! ¿Qué significa para ti este logro histórico y cómo esperas que inspire a otras mujeres en el ámbito legal?
Respuesta:
Elisa Campoy: Muchas gracias. No sé si es un logro, pero desde luego es algo que me hace ilusión y que lo afronto como un reto, en todos los ámbitos posibles. Además de ser la primera mujer Decana del Colegio de la Abogacía de Lorca, que es como se llama ahora, también lo soy de la Región de Murcia.
¿Inspiración para otras mujeres? Opino que tenemos que ser capaces de creer que podemos hacer las mismas cosas, sin necesidad de pensar que por hacernos cargo de otras cuestiones de otros ámbitos no vamos a poder hacerlo. Tener familia no puede ser una limitación, sino todo lo contrario.
Pregunta:
Nos encantaría conocer un poco más sobre tu trayectoria personal y profesional. ¿Qué eventos o experiencias crees que han sido fundamentales en tu camino hacia convertirte en Decana?
Respuesta:
Yo empecé a formar parte de la Junta del Colegio de Abogados con Juan Carlos Peñarrubia, como Tesorera de la misma. A lo largo de los años, opté al puesto de Vicedecana, en el cual he permanecido durante diez años.
Yo creo que mis compañeros me han votado por el hecho de saber que cada vez que alguno de ellos me ha necesitado, me ha encontrado con facilidad. Es decir, «mi teléfono siempre está abierto a cualquier compañero«.
Por supuesto, el trabajo ha sido constante. He dedicado parte de mi trabajo diario al Colegio. He organizado cursos de formación. Soy la responsable del turno de oficio y hemos puesto en marcha turnos de oficio en materias específicas.
Pregunta:
Detrás de cada abogado hay una historia única de motivación. ¿Cuál fue el impulso o la pasión que te llevó a elegir la abogacía como tu camino?
Respuesta:
En ese sentido he tenido mucha suerte. Siempre quise ser abogada, nunca pensé en hacer otra cosa, y de verdad, para mí, mi padre fue siempre una referencia.
Por supuesto que también está el hecho de tener esa vocación de servicio público a los demás, y de intentar abogar por las personas que así te lo requieren. A mí me encanta mi trabajo. Hubo una persona que asistió al acto de mi jura como abogada que un día me dijo: “Me encantó oírte decir que dabas paso al sueño de tu vida, ser abogada”.
Pregunta:
¿Cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrenta la profesión legal en la actualidad, y cómo planeas abordarlos para garantizar la protección de los derechos de tus colegas?
Respuesta:
Tenemos muchos retos por delante, que van desde las reformas en materia digital que cada día nos abordan, como el tema del turno de oficio, que cada vez se utiliza más, y que está muy mal remunerado.
Nosotros lo hemos pasado mal durante mucho tiempo. Hemos venido soportando una pandemia, con cierre de actividad, y además una huelga durante siete meses. Demasiado tiempo para una profesión liberal como la nuestra.
Tenemos que seguir reivindicando nuestro espacio dentro de la administración de justicia. Por ejemplo, ¿alguien sabe que solo desde hace dos años, este es el segundo de ellos, los abogados tenemos un periodo inhábil durante la Navidad? Antes eso no existía. Que la Ley ha sido modificada recientemente para que, en caso de nacimiento de un hijo, puedas pedir la paralización de un plazo procesal. Tenemos muchas obligaciones y curiosamente menos derechos que otros.
Pregunta:
Elisa, asumir la posición de decana conlleva una responsabilidad significativa. ¿Cuáles son los objetivos específicos para el Colegio de Abogados de Lorca durante los próximos cinco años?
Respuesta:
El Colegio está implantado en la sociedad, pero debemos seguir abarcando parcelas importantes. Tenemos colegiados de Lorca, Águilas y Puerto Lumbreras cuya institución de referencia es este.
El Colegio da un servicio que debemos seguir mejorando, en la gestión del turno de oficio, en las reivindicaciones sobre el mismo.
Es necesario para Lorca y su comarca la implantación del máster de la abogacía, y con ello conseguiremos un colegio más competitivo, más grande.
Hay que establecer protocolos con las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado para que el servicio de guardias funcione mejor, seguir en la lucha por la creación de nuevos órganos judiciales dentro de nuestra comarca, con nuevas jurisdicciones.
Tenemos que conseguir que las conciliaciones dentro del ámbito laboral que antes se hacían en Lorca, se vuelvan a hacer aquí.
Pregunta:
¿Crees necesario fortalecer la representación y participación de las mujeres en el campo legal, tanto dentro como fuera del colegio?
Respuesta:
Vamos a cumplir 150 años en el mes de julio de 2024. La primera mujer en incorporarse al Colegio fue Carmen Ayala, que creo que nunca ejerció, si bien, sí estuvo colegiada como ejerciente allá por los años 50/60. Ella es la mujer de Espín, que luego legó todo su archivo a Lorca.
Con posterioridad a ella se han incorporado muchas más, y a partir de los años 80 hasta el día de hoy, nos encontramos con un colegio casi paritario. La Junta de Gobierno lo es. La mujer se incorpora a todo, pero es verdad que no es tan rápido como debiera.
Pregunta:
¿Hay algún mentor o figura inspiradora que haya influido en tu desarrollo profesional y en tu enfoque hacia la igualdad de género en el ámbito legal?
Respuesta:
En este sentido, hago referencia a mi padre, José M.ª Campoy Camacho, a quien siempre echo de menos, da igual el día.
Tenía una oratoria tan maravillosa que verlo en sala era fantástico.
En cuanto al tema de igualdad, como anécdota te diré que hace unos años acudí al Observatorio de Violencia de Género, que se celebra cada dos años en las instalaciones del Senado antiguo, y allí descubrí que el CGAE tenía al frente de una comisión sobre esa temática, Violencia de Género, a Filomena Peláez, entonces Decana de Badajoz.
Un día le escribí un correo, y para mi sorpresa me contestó, y me invitó a asistir a una de sus reuniones. Por cuestiones laborales no pude ir, y así se lo comuniqué a Filo, dándome otra oportunidad de acudir a otra reunión más adelante, lo que al final sí pude materializar. A partir de ese día me ofreció formar parte de esa comisión, donde sigo desde entonces.
Eso me dio la opción de conocer otras realidades y a otras muchas personas incansables en ese sentido.
Hay grandes profesionales de la Justicia dentro y fuera de nuestra región que han hecho grandes cosas. A ellas siempre agradecidas. Y, por supuesto, a los que nos dieron la vida y la oportunidad de desarrollarnos también.