La participación de María Isabel Peñas en el XII Rallye Tierras Altas es un hito histórico para la ciudad de Lorca y para el automovilismo femenino.
Entrevistamos a la joven piloto de 23 años quien se ha convertido en la primera mujer lorquina en competir en esta carrera.
Es un honor enorme para mí haber logrado este hito. Pensar que después de 12 años que se lleva celebrando este rallye en Lorca, he tenido la oportunidad de representar a mi ciudad y a las mujeres en el mundo del rally, me deja sin palabras.
Crecí rodeada de primos, en su mayoría varones, y tengo grabado en mi memoria esos momentos en los que vinieron con sus pequeños cochecitos a jugar al campo.
Juntos, construíamos circuitos enormes en la arena y competíamos en emocionantes carreras.
Montaba en mi bicicleta y me dirigía al circuito de motocross que se encontraba cerca de mi casa. Pasaba horas dando vueltas, disfrutando de la velocidad y la adrenalina.
Recuerdo con travesura, cierto momento en el que le quitaba las llaves del coche a mi madre, deseando subirme y sentir la emoción de conducir. Sin embargo, no siempre conseguía llevar a cabo esta travesura, ya que en ocasiones me amenazaba con su zapatilla y rápidamente me bajaba del vehículo.
A los quince años, comencé a trabajar para poder ahorrar y comprarme mi primera moto.
Con la ayuda de mi tío, restauré y arreglé poco a poco el vehículo, convirtiéndolo en una fuente de orgullo personal.
La adquisición de mi primer automóvil a los 18 años, representó el momento en el que me sumergí por completo en el mundo del motor y la mecánica.
Tras 5 años como asistente en un equipo de carreras, decidí dar el salto y participar en el XII Rallye Tierras Altas de Lorca.
Después de considerarlo en varias ocasiones, finalmente me sentí lo suficientemente preparada para cumplir mi sueño de competir y escuchar mi nombre en lo más alto del podio.
Mis próximos objetivos incluyen participar en dos pruebas más del super campeonato a corto plazo, dando lo mejor de mí en cada una de ellas. A largo plazo, mi meta principal es aprender y mejorar continuamente en este deporte que requiere dedicación, esfuerzo y sacrificio.
En cuanto al mundo de la automoción, creo que está experimentando un cambio significativo. En el ámbito del copilotaje, ya es común ver a mujeres desempeñando ese rol, e incluso es más frecuente que a hombres. Aunque aún hay menos mujeres pilotos, cada vez somos más, y algo que me emociona mucho es ver a mujeres en roles de mecánicas, ya que son fundamentales en las carreras y su presencia es inspiradora.
Este mundo nos espera con los brazos abiertos y tenemos mucho que ofrecer. Aunque el camino puede ser desafiante en ocasiones, con coraje y determinación, siempre obtendremos una recompensa.
«No hay diferencias que nos separen, solo necesitamos valentía para tomar el volante con fuerza».